lunes, 7 de abril de 2014

Rayo de luz.

Algún día voy a capturar la efímera manifestación de un rayo, quiero obtener una fotografía de la expresión vigorosa del enfurecimiento de los Dioses. No por nada la globalización conspiró a favor de la transmisión de ondas electromagnéticas y colocó una antena al lado de mi casa... 
Por eso algún día dentro del acervo acumulado en mi computadora va a existir la imagen de un estampido que refleje la fuerza vehemente de toda la naturaleza para recordarme a menudo que esa energía sobrehumana no está presente únicamente en las tormentas o en alguna que otra película de terror, si no que vive siempre hoy, dentro de nosotros mismos, porque la sentimos todos los días dándole latido al propio corazón.

Antonella E. Saez.

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