lunes, 1 de septiembre de 2014

Vernos

Y yo que me distraje de cuestiones de la yunta
Apareces tu, en la causalidad de este entretiempo.
Con la cantidad exacta de coraje
con una forma monárquica de conducirte en la vida
con la justa modestia que ennoblece tus actos
Apareces y me dejas albino el futuro
desorientando la propiedad de mis cinco sentidos
Seduciendo mi inteligencia, conquistando mi fe.
Surgiendo en mí la necesidad de observarte
la convicción de acercarme a tus días
porque emerges con aquellas virtudes que carezco,
y con algunos defectos que me urgen compensar
Por todo eso y cuánto más te pido que te quedes
y me des la licencia de volverte mi reflejo.


Antonella E. Saez.