jueves, 22 de mayo de 2014

Éxodo

Tu me observas con el color de la menta de tus ojos, yo no puedo evitar distraerme en lo calcinado que resulta que me ofrendes el fuero de mirarte, majestad.

Antonella E. Saez.

Fluir

Como poder interpretar el silencio, si al comenzar a elucidarlo en mi memoria ya me pierdo del ritual de disfrutarlo y se va descosiendo por el éter, diluyéndose va, dejando la secuela de su devaluación, el silencio va, se va... 
Solo volveré a encontrarlo en el piélago de tus ojos color a.m. porque esta atmósfera y mi escondite ya se han contaminado de las esclavas palabras.

Antonella. E. Saez.

martes, 20 de mayo de 2014

La constante remembranza

-Te amo,
-Pero ¿De cuánto amor estamos hablando?.
No te atrevas porque s
i afirmas que se trata del absoluto, entonces me veré forzada a someternos a juicio...
Porque tendré que encargarme que ante el pronuncio del amor, también lleves subrepticio un sentimiento de odio;
Que cuando alegues a mi como lo mejor de tu vida, también me botes como la recóndita miseria que pauperiza tus días.
Que cuando exclames a viva garganta la belleza que inhalas cuando a mi te aproximas, también te convenzas que soy lo más hórrido que en esta orbe camina.
Tendré que probarte que cuando resaltas la sabiduría que mi espíritu ha acumulado con el paso de mi biografía; también veas en mi a la personalidad que de la ignorancia se fía.
Me aseguraré que cada vez que atines hacia mí un motivo para fabular admiración, a la par reluzcan un millón más pero para que me corones en el emporio de la humillación.
Comprobaré a raja tablas que cuando garantices la bondad que me engalana, también veas que soy lo más ruin que envenena tus ganas.
Porque solo cuando confirme que me amas
por lo inmaculado y por la peste de mi vanidad;

por lo diáfana y el afán de las tinieblas;
que me amas por lo dulcinea y lo tarasca;
por lo serena y lo marcial
por mis euforias y mis plegarias;
por la prudencia y la locura
por el abismo y la salvación;
Solo así me habré cerciorado que me amas en absoluto,
porque si me separas de lo peor, estarás faltando a una parte de mí,
a la única parte que te concederá la posibilidad de quebrantar los límites
en la verdadera travesía del amor. 



Introspección personal,(y quizás surrealista):
El amor, como cual energía en un punto de equilibrio, solo encuentra su verdadero desarrollo en un pantano de lodo...
Porque solo cuando conocemos el lado B de las personas y aún así las continuamos eligiendo entonces estamos hablando de lo que creemos que estamos hablando.



ANTONELLA E. SAEZ.

Sal(mo)

muy dentro mío la cura para todas las alteraciones del alma
muy dentro mío el antídoto contra la salmuera de la memoria
dentro mío el poder de la invisibilidad
dentro mío la alopatía natural de todos los maltratos (...)


Antonella E. Saez.

martes, 13 de mayo de 2014

Calla!

Mi mente no para de hablar, de aullarme las profundidades de mi alma, de incendiarse entre palabras que se combinan configurando enunciados que se acusan de “prohibidos” ante el credo comunal.
Mi interior imprudente está de saciar la sed de rebelarse; de ir en pos del propósito que todavía no conocemos pero servimos, de irrumpir la calma de la personalidad para que quiebre las rodillas ante lo divino de una buena vez por todas.
Mientras allá afuera se pretende silenciar a las habladurías del mundo que va más allá de lo físico, de dar vacío a las verdades de cualquier partícula pequeña de energía que no busca nada más que recordarle al espíritu el camino que lo lleve de regreso a la fuente. 


ANTONELLA E. SAEZ.

En la caverna del interior todo es posible.

Me colgué de lo gratis del viaje de pensar, y bajó a mí el paradigma de que probablemente ya nos dijimos todo, ya declamamos el total de las palabras, ya construimos la arquitectura de la voz universal.
Me atreví a pensar que ya exteriorizamos todas las expresiones fundamentales y  nos otorgamos la legítima licencia de agotar las consumiciones sin cargo del lenguaje hablado.
Que sin preocupación fuimos gastando los cupones de vale por “algo” inédito, y en una actitud crédula nos abusamos de nosotros mismos y como tapitas descartables tiramos a predicar el pensamiento.
Que hemos reducido los vocablos, sin notarlo, a marionetas de lo gramatical, pretendiendo ocultar la repetición con el disfraz de la retórica y nos fuimos recibiendo como productores de oraciones distraídos de que el orden de los factores no altera el producto…

Me revelé para escucharme y por un momento tache de mi raciocinio a los aproximados doscientos mil años atrás de la ciencia en donde mutó aquel gen que nos proporcionó el lenguaje articulado, y condenó nuestra cultura a la genética.
Porque quizás la Torre de Babel fue algo más que una confusión de lenguas, quizás fue la estrategia de los Dioses para evitar caer en el aburrimiento de lo común, en las ruinas del haberse pronunciado todo, y de esa forma nos hicieron jugar a decir lo mismo pero de una manera diferente, tantas veces hasta el día de hoy. 

ANTONELLA E. SAEZ.