Me vi con vos en otra dimensión pero ya no tuve el valor de seguirte, las circunstancias cambiaron sin duda alguna, aunque todavía seguimos atados a las mismas sensaciones; lo noté en mi energía amarga de extrañar (te).
Acuso de adoptar esta postura a la desespera transformada en frustración que luego se volvió temor y el temor en vergüenza de demostrar lo sentido; de abrir el corazón sin el suficiente blindaje para repeler las posibles heridas de un: -Yo ya no...
Antonella E. Saez.
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